Clínica Avellaneda Medical Center, multas y clausuras que no cambiaron nada
A pesar de las miles de denuncias y reclamos de los afiliados a las obras sociales y afiliados del PAMI que se atienen en la Clínica Avellaneda Medical Center, perteneciente a la Organización Médica S.A, CUIT: 33-69450385-9, ubicada en la calle Palá 325 de Avellaneda, sigue siendo la misma «cueva» donde el estado edilicio es pésimo, los médicos de dudosa identidad porque ocultan su matrícula como si fuera la clave de una cuenta en Suiza y con una alta tasa de mortalidad, a pesar de todo esto al PAMI cada paciente le cuesta como una internación en el Otamendi Mirolí.
Su «dueño» Roberto Bustamante, empresario en todos los gremios donde se lavan activos, a pesar de las cientos de denuncias de maniobras de dudosa legalidad señalada por su ex cuñada y apoderada de algunas de sus empresas goza de la plena libertad incluso de seguir haciendo lo que mejor sabe, facturarle a las obras sociales y especialmente al PAMI por ser prestador con las clínicas que administra con similares reclamos como es el Sanatorio Santa Bárbara, pero parece que la justicia además de lenta no investiga, mucho menos toma medidas.
Por una «maniobra» dos de las denuncias más comprometedoras al empresario fueron a parar a un juzgado federal «amigable» el Juzgado Federal N° 1 del Juez Luis Armella, un juez que sobrevivió a un escándalo de corrupción y que solo perdió ser la autoridad judicial de control de los millonarios trabajos del ACUMAR, que no ha conseguido limpiar nada, pero es un lugar muy codiciado por los políticos.
A la fecha solo el gremio de docentes UDOCBA, ha conseguido que la provincia de Buenos Aires, cumpla con su trabajo y las autoridades del Ministerio de Salud inspeccionen y sancionen con multas y clausura a la Clínica Avellaneda Medical Center, por una denuncia del gremio que celebró las sanciones, esto fue por julio del 2019 y a pesar de la medida, la clínica y su dueño, siguieron haciendo lo que se les canta, porque nunca pierden, los días de clausura se recuperan con descuentos a los empleados, culpando al Estado y con sobrefacturación al PAMI que al no auditar paga y paga, tarde, pero paga.
Por si fuera poco su personal médico es de dudosa reputación, empezando por el director médico Martín Oria que en su C.V arrastra una montaña de denuncias y escándalos como director del Sanatorio de la UOM, con varias muertes de pacientes especialmente los afiliados al PAMI.
Aún falta la respuesta de los ministerios de salud de nación y provincia respecto de médicos que en esa clínica trabajan sin matrícula, hecho denunciado por AMRA y el Colegió de Médicos Región II en una de las tantas inspecciones donde también comprobaron que supuestos médicos usan una misma matrícula provisoria.
Hay muchas irregularidades, muchas muertes y poca justicia.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
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